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Rebranding de marca: guía completa para no quedarse en el intento

Para empezar a contar las increíbles ventajas que tiene un proceso de rebranding de marca bien implementado, hay que definir la importancia del branding en la creación de cualquier compañía Pues, se trata del momento en el que ésta comienza a adquirir personalidad a través de distintos elementos que la diferencian de sus competidores y refuerzan su identidad.

El branding es todo el concepto de la marca y lo que hace que su identidad se destaque en el mercado. Además, es tan importante pues se trata de la esencia única que permite acercarla a sus objetivos. Por ejemplo, determinar un logo, un slogan y una manera de comunicarse con la audiencia. Esto ofrece profundidad y establece un contacto más efectivo que en consecuencia, ayuda en la publicidad de la marca y su número de ventas.

Un poco de la historia del branding

El branding no es algo nuevo, pues desde 1800 ya se registran marcas con logotipos que revolucionaron la industria. Una de ellas fue la Cerveza Bass, dejando claro que un simple icono podía cambiarlo todo.

La cerveza común era un producto genérico, pero la “Cerveza Bass” ofrecía cierto status del cual nadie quería perderse. Así que, cómo suele suceder con las buenas ideas, esto terminó contagiándose por el resto de nichos en el mercado.

Sin embargo, con el pasar de los años el branding se ha ido alimentando de las nuevas tecnologías. Por consiguiente, son muchas las empresas que han optado por un “rebranding de marca” cómo la mejor manera de pulir su imagen y llevarla a su mejor versión.

Un rebranding de marca es una transformación necesaria

Un rebranding de marca simboliza una clara transformación en la identidad de la marca. Asimismo sus consecuencias son visibles y positivas si se orienta de manera correcta. Por lo que es una excelente estrategia de marketing cuando se dan los pasos exactos en el momento correcto.

Un rebranding de marca puede ser ideal en las siguientes situaciones:

1. La marca renueva sus objetivos

Toda marca inicia con un objetivo claro, pero éste puede verse modificado a lo largo del tiempo. Uno de los principales motivos suelen ser las tendencias del mercado, las demandas de los clientes y la proyección a largo plazo. Así que, en este particular un rebranding significa una resignificación del concepto de la empresa para desplazarla hacia un lugar que se identifique más con sus nuevos objetivos.

Un gran ejemplo de una marca que no le ha tenido miedo al rebranding por renovación de objetivos, es “Starbucks“. La famosa cadena de cafeterías ha ido transformando su branding conforme a enfatizar sus intereses: ofrecer una imagen de sostenibilidad y conectar emocionalmente con sus clientes.

Sin lugar a dudas, esto ha sido estratégico y cómo podemos observar en la actualidad, les ha funcionado perfectamente.

2. La marca está en un momento de crisis

El rebranding es una excelente herramienta cuando se trata de afrontar un declive pronunciado en la empresa. Pues, se trata de optar por estrategias que impidan el descenso de la marca y afirmen su presencia en el mercado.

Una de las marcas que abordó su crisis a partir de un rebranding, fue “Old Spice“. La marca de productos de cuidado personal masculino se encontraba en una situación crítica frente a su competencia. Por lo cual, prepararon una campaña con la que consiguieron lo que tanto deseaban.

A través de la imagen del actor Isaiah Mustafa, la marca decidió dirigirse a las mujeres, para que fueran el puente hacia sus consumidores. Y es que, bajo la promesa de que con sus productos olerían igual que el actor, sus ventas se multiplicaron de manera sorprendente, logrando salir de la crisis.

3. La marca necesita expandirse geográficamente

Elegir un rebranding resulta especialmente útil cuando una marca decide expandirse a lo largo diferentes partes del mundo. Pues, esto exige adaptarse a nuevas culturas, pero sin perder su identidad. Sin lugar a dudas se trata de todo un gran desafío que debe estudiarse con atención.

La empresa de comida rápida KFC es un claro ejemplo de ello. Pues, en principio solían llamarse “Kentucky Fried Chicken“, pero en 1991 deciden que esto podría ser limitante para un fácil reconocimiento en el exterior. Así que lo acortaron a “KFC” y además, hicieron cambios en su logotipo.

Nuevamente esto se convirtió en todo un éxito. Pues, hasta la fecha han conseguido posicionarse cómo una de las cadenas de comida rápida más importantes a nivel global.

¿Cómo empezar un rebranding de marca exitoso?

Antes de empezar a diseñar el logo y comunicarlo con el mundo, existen una seria de pasos que no se deben pasar por alto. Asimismo, deben ser llevados a cabo de manera crítica y preferiblemente con un equipo de profesionales detrás que respalden las decisiones de la empresa.

1. Comprender la marca en su momento actual

Toda entidad ocupa un lugar en el mercado y antes de hacer un rebranding, es importante comprender la totalidad de su momento actual. La empresa debe ser capaz de responder cómo es percibida y cuales son sus diferencias positivas, respecto a la competencia.

Después de hacer un extenso análisis de datos sobre los puntos fuertes de la identidad actual, será mucho más sencillo decidir que aspecto renovar y aquellos que merecen ser conservados. Un gran ejemplo de este proceso, fue PepsiCo quienes se preocuparon en buscar ayuda con un departamento de investigación para cerciorarse de tomar buenas decisiones.

2. Determinar público objetivo

Cualquier proceso de rebranding de marca implica un mensaje y el destinatario debe estar bien definido. Esto significa conocer cuál es el tipo de cliente que la marca quiere recibir, sus expectativas y cómo llamar su atención.

Una marca que supo realizar este paso fue Starbucks. Pues, al momento de cambiar su imagen, se ha interesado en comprender quién es su audiencia y cuáles son sus necesidades.

3. Crear una nueva identidad visual

Este es el paso más esperado y también el que más permite desarrollar la creatividad de la empresa. Por otro lado, esta nueva identidad debe ser fácilmente reconocible y capaz expresar la esencia de la marca y lo que la diferencia de los demás.

Siempre es importante considerar que esto debe ser desarrollado de la mano de un equipo de expertos diseñadores y creativos. Pues, a fin de cuentas, los cambios reflejados deben ser coherentes y justificados con el servicio que presta la empresa.

4. Comunicar la nueva identidad

Una vez que se han definido los objetivos y la identidad visual está hecha, solo queda implementar estrategias de marketing que permitan una comunicación efectiva. La marca debe estar preparada para anunciar a sus clientes y potenciales clientes lo que ha ocurrido y cuáles son sus objetivos, pues de esta manera pueden evitarse confusiones.

Sin embargo, es necesario que esta nueva forma de comunicación esté acorde con el rebranding hecho. Pues, si lo único que cambia es la perspectiva visual, se corre el riesgo de que no arroje los resultados esperados. Por lo cual, es primordial que todos los detalles reflejen esta nueva proyección de la marca y que no existan rastros de la imagen anterior.

Para ello la empresa puede ayudarse con diferentes herramientas web, las cuales facilitan la tarea de difusión. Una de ellas podría ser un software CRM, ya que es una manera práctica de mantener a clientes y empleados conectados. Además, a través de alguna de el, también pueden llevarse a cabo diferentes campañas de publicidad beneficiosas.

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